Perdidos... y encontrado

Sip... nos ganó. Aunque todos nos hablaban de lo bueno que era Lost, lo emocionante, bacán, genial, etc., etc. no nos tentaban. Yo pensaba que no tenía gracia porque iba a ser como "El Señor de las Moscas" y chiste repetido sale podrido.

Pero fue tanta la fiebre de nuestros amigos y familiares (hasta mis padres rayaban con la serie), sumado al hecho de que en USA comenzó la tercera temporada y -por el momento- tenemos cable que decidimos comprar la temporada uno. Nos bastaron 4 días para verla entera... no podíamos parar.

Estuve con dolor de cabeza hasta ayer, yo creo que fue por eso. Ahora ya nos compramos la segunda temporada y aunque en la semana decidimos que vamos a ver sólo dos capítulos por día, al final terminamos viendo 4 (el cd entero).

Les cuento que el personaje favorito de Marco es Locke, el pelado, porque es muy ingenioso. Además cada vez que el Marco dice: "Lo que debieran hacer es...." Locke le hace caso y lo hace... jaja.

Lo bueno es que ningún personaje es completamente malo o totalmente bueno, te dan vuelta en cada capítulo y el que te caía mal ahora te cae bien y viceversa... El coreano por ejemplo me caía pésimo, pero ahora lo encuentro buena onda.

Bueno, igual que en las pelis donde el mundo es pequeño y todos los personajes se conocen (o como en las teleseries) nuestro universo también es pequeño o quizá es el destino el que nos hace volvernos a encontrar o coincidir con alguien.

Hay una teoría de los 6 grados de separación (para leer más, haz clic acá), que dice que estamos separados de cualquier persona en este mundo por una cadena de no más de cuatro intermediarios... podría conocer a Kevin Bacon (me acordé de Footloose... esa sí la vieron, cierto?).

Cuento esto porque el año pasado, cuando estábamos en clases de inglés nos hicimos bien amigos de una profesora inglesa: la Sharon (en la foto, haciendo sopaipillas), quien hoy vive en Londres nuevamente. Ella nos presentó a otros alumnos de otro curso más avanzado con quienes empezamos a salir.

Una de esas reuniones fue para celebrar el cumpleaños de un profe escosés: Glenn. Él era muy sociable y conversaba con cualquier persona que encontrara. Íbamos al Flannigans (o algo así) un pub escosés que queda en El Bosque. Glenn había aprendido español en España misma y era muy chistoso escucharlo hablar con ese acento... era como película doblada... jaja.

La cosa es que ese día él se puso a conversar con un gringo de California que andaba temporalmente en Chile por un proyecto minero y el que más conversó con él fue el Marco y se llevaron bastante bien. Nunca más lo vimos.
Pero la historia sería harto fome si terminara ahí. La semana pasada se inauguró en Tucson la nueva sede de una empresa ingeniería de California e invitaron a algunos de Kvaerner a almorzar para presentarles a la gente. Uno de los tipos le decía al Marco "Yo te he visto antes"... y claro, era el gringo del pub, Steve, a quien lo vimos una sola vez en la vida y se volvían a encontrar en Tucson!!! con la cantidad de gente que vive en USA!!! y siendo que él vivía en California...

En la foto: el primero a la izquierda (de blanco) es el gringo reencontrado, de negro está Kathy una profe sudafricana muy simpática, de verde musgo está Glenn el escosés, de blanco Matías Brown (amigo), al fondo nosotros y a nuestro lado el Pablo y la Paula (amigos). Falta la Carla que tomó la foto.

Mundo enano.

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