El artesano

El otro día se me cortó un collar y las mostacillas explotaron en el baño. Ya era el segundo collar que se me rompía y había comprado hilo de caña de pescar, pero me daba laaaaata arreglarlo. Así es que llegó el súper artesano a salvarme y reparó mis dos collares (foto a la izquierda).
Eso me recordó a una vez que mi cubrecama de parches se había descosido y con Marco estuvimos una tarde entera remendándolo. Yo cosía rápido pero poco delicado, en cambio Marco lo hacía lento y con pequeñas puntadas, según él era un "zurcidor japonés".
Estaba molestándome por mis puntadas feas cuando se me ocurre levantar el cubrecamas y, tal como lo supuse, ¡me lo había cosido a la sábana! hasta ahí no más llegó el zurcidor japonés, jaja, tuvo que desarmar todo su trabajo.
Moraleja: a veces el camino más rápido y fácil es el mejor, jaja.
La canción es sólo porque tenía ganas de escucharla, me recuerda a cuando era chica.