Hacía frío, pero más molestoso que eso era el viento que corría. Visitamos miles de museos y monumentos, todos son gratis y dejamos las patitas en la calle: caminamos muchísimo. En Washington hay como 15 museos que pertenecen al Smithsonian Center, creado por un inglés que nunca pisó América y que donó muchísima plata para mantener este núcleo cultural, eso fue en el siglo antepasado y aún estos museos y el zoo son gratis, imagínense cuánta plata debe haber dado.
Todos estos lugares están cerrados -ojo aquí- sólo el 25 de diciembre por lo que todo el año está lleno de turistas. Washigton tiene varios parques y un aire francés, pues el presidente del mismo nombre mandó a unos arquitectos franchutes a diseñar la ciudad al estilo parisiense.
De las cosas choris que vimos: el monumento gigante a Lincoln, el gorro de ese mismo caballero, los zapatitos de Dorothy, hicimos un tour por el Capitolio, vimos la Casa Blanca por fuera, la primera Barbie (jajjaa, especialmente para la Andy), muchas obras de arte que me volvieron loca, el teléfono de Graham Bell, la primera ampolleta, el monumento a Washington, etc, etc. Los dejamos con fotos (la primera es de nuestro hotel). Después se viene la segunda patita y la historia de la carrera de bici que el Marco aún les debe. ¡¡¡Ahora nos vamos a dormir!!!!